El Alzheimer es la causa más frecuente de demencia en las personas mayores y, en nuestro país, más de 800.000 personas conviven con esta dura enfermedad. Se trata de un trastorno neurológico para el cual, hasta ahora, no se ha encontrado cura, por lo que solamente es posible tomar medicamentos que disminuyan o mejoren sus efectos secundarios. Sin embargo, esto podría estar cambiando; parece ser que, después de muchos años de investigaciones, los especialistas podrían haber encontrado un fármaco que ofrece resultados muy esperanzadores.

La enfermedad de Alzheimer causa un deterioro cognitivo en las personas que la sufren. A medida que pasa el tiempo, el paciente va perdiendo la capacidad de realizar diferentes tipos de actividades diarias de manera autónoma, y empieza a depender de otras personas.

La pérdida de la memoria y la desorientación son algunos de los síntomas principales del Alzheimer; las personas que se ven afectadas por esta enfermedad pueden perderse o desorientarse en lugares conocidos, olvidar conversaciones, repetir preguntas o afirmaciones o colocar diversos objetos en lugares equivocados, por ejemplo.

Esta enfermedad también causa problemas de concentración, afecta al pensamiento y hace que resulte mucho más complicado realizar diferentes tareas a la vez. También puede causar cambios en el estado de ánimo y el comportamiento de las personas afectadas. Esta enfermedad neurodegenerativa es realmente dura, y es imprescindible continuar investigando para poder conocerla mucho mejor. Uno de los hallazgos más recientes es un nuevo fármaco que, según indican los expertos, podría suponer importantísimos cambios en la historia de esta enfermedad.

Lecanemab: un nuevo fármaco

A medida que la ciencia y la investigación han ido avanzando, los especialistas han intentado encontrar maneras de frenar el avance de esta enfermedad, y han ido obteniendo nueva información acerca de cómo funciona y cómo afecta a las personas. Esto ha permitido dar con un nuevo fármaco, llamado Lecanemab, que, según lo que muestran los ensayos que se han realizado hasta ahora, ofrece resultados muy esperanzadores.

Lecanemab es un anticuerpo monoclonal que, tal como explican los expertos, podría reducir la acumulación de la proteína beta-amiloide en el cerebro, que es una de las causantes principales del Alzheimer.

Se llevó a cabo un ensayo con 1.800 pacientes que se encontraban en las fases iniciales de la enfermedad, es decir, que tenían un deterioro cognitivo leve. Se administró el fármaco, por vía intravenosa, a un grupo de pacientes, mientras que al otro grupo se le administró placebo. Los resultados muestran que el grupo de pacientes a quienes se administró el fármaco mostraron una ralentización de la progresión de la enfermedad en un 27%, en un periodo de 6 meses desde el inicio del tratamiento. También es importante destacar que este porcentaje aumentó tras los 18 meses.

Se trata de datos muy esperanzadores, que pueden suponer un avance muy importante en esta enfermedad. En palabras de Mercè Boada, neuróloga y directora médica de Ace Alzheimer Center Barcelona, “estamos ante un momento de cambio en la historia del Alzheimer, ya que podríamos tener un fármaco con eficacia clínica en 2023”.

Pascual Sánchez, director científico de la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN), explica que “se trata de resultados muy robustos estadísticamente”. Por otro lado, también habla de la importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad y afirma que será necesario “ser capaces de diagnosticar con mucha más precisión a estos pacientes”.

¿Es posible prevenir el Alzheimer?

El Alzheimer es una enfermedad progresiva e irreversible. Existen varias investigaciones que indican que hay ciertos hábitos y actividades que puede ayudar a prevenirlo. Entre estos hábitos, cabe destacar el control de los diferentes factores de riesgo cardiovascular, como son la hipertensión o el colesterol, por ejemplo. También es importante llevar una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio de manera regular; caminar y mantenerse activo son hábitos fundamentales que pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir diferentes tipos de enfermedades.

Por otro lado, es indispensable mantener la mente activa mediante cursos o talleres y actividades como los crucigramas o la lectura, entre otros ejemplos. Mantener el contacto con otras personas y tener una vida social activa también es indispensable para nuestro bienestar.

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