
La manera en que dormimos puede tener tanta o más importancia para nuestra salud postural que cómo nos sentamos en el trabajo o cómo de erguidos caminamos.
Por ello cada uno de nosotros debemos tener en cuenta no sólo aquellas posturas que nos son más cómodas, sino cuáles nos dejan descansar mejor. De esto depende no sólo el sueño que tengamos: un buen descanso es fundamental para que el sueño sea, literalmente, reparador.
Dormir bien, clave para músculos y huesos
Dormir bien es esencial para reparar la parte estructural de nuestros músculos y huesos. Y es que, mientras dormimos, nuestro cuerpo arregla aquellos tejidos que se han dañado durante el día.
Concretamente, durante el sueño nuestro cuerpo activa una mayor cantidad la hormona reparadora del crecimiento, fundamental para la buena recuperación diaria de músculos, ligamentos y tendones. Además, en la parte final del sueño, se activa un extra de testosterona, muy importante para mantener unos músculos fuertes.
Los discos de la columna vertebral se liberan de la presión de todo un día cuando dormimos. Estos cojines intervertebrales amortiguan la tensión que la espalda debe soportar durante el día, aunque esto les hace perder agua. Una hidratación que se recupera cuando se ven libres de carga.
Para que todo esto ocurra, hace falta repartir correctamente el peso, sea cual sea la postura que escojamos para dormir.
De lado, lo más recomendado, aunque no siempre
La mayoría de los expertos recomienda dormir de lado, porque en general permite una columna, piernas y cabeza relajadas al descansar. A pesar de ello, no siempre es la mejor opción para un sueño reparador.
Lo mejor
- Dormir de lado favorece la eliminación de sustancias de desecho del cerebro, como el péptido betaamiloide, según indican científicos en un estudio de la Universidad de Rochester que lo comprobaron en animales, que favorece la aparición del alzhéimer y otras demencias.
- Más conocido es el hecho de que dormir de lado previene los ronquidos, ya que pulmones, nariz y otras zonas del tracto respiratorio están libres y relajadas.
- Favorece una buena circulación, sobre todo si duermes de lado, ya que la arteria aorta, encargada de llevar sangre limpia al resto del cuerpo, está en ese lado. Por tanto, dormir sobre él permitirá aliviar parte del esfuerzo del corazón.
Lo peor
- En caso de que te duelan los hombros o las caderas, dormir de lado puede que no sea tu mejor opción, ya que esa postura hace descansar el peso del cuerpo sobre ellos. Aunque si solo te duele un hombro o cadera, aún es posible dormir sobre el otro lado.
- Si duermes haciéndote un ovillo, puedes someter la espalda a una tensión excesiva, ya que arquear la espalda convierte una posición inicialmente buena en algo malo.
Dormir boca arriba, malo para las piernas
A veces, cuando dormimos boca arriba, podemos encontrarnos con que al cabo de un rato las piernas se doblan automáticamente. Esto es porque estar estirado por completo tensiona las articulaciones, algo que se resuelve al doblar las rodillas, y nuestro cuerpo lo nota.
Un truco para que no haya tensión en las piernas es poner un cojín bajo ellas. Esto además favorecerá que se relajen los músculos y la columna.
Lo mejor
- Dormir hacia arriba previene que se irrite la piel de la cara, ya que deja de estar en contacto constante con la almohada.
- También ayuda a combatir los dolores de estómago, especialmente la acidez y el reflujo. Esto es así porque al apoyar la cabeza sobre la almohada el esófago permanece más alto que el estómago, dificultando que los ácidos suban.
Lo peor
- Si duermes con los brazos detrás de la nuca, los tendones de los hombros reciben poco riego sanguíneo, y esto puede hacer que te duelan.
- Si roncas, roncarás más, ya que la gravedad hace que la garganta se estreche y haga más difícil el paso de aire al estar boca arriba.
La peor opción, dormir boca abajo
Quizá la peor de las posturas sea dormir boca abajo ya que, desde el punto de vista ergonómico, es la posición que menos sentido tiene. Además de obligar a girar la cabeza para respirar, lo que es malo para el cuello, la columna se arquea hacia adentro, poniendo en tensión ligamentos y musculatura lumbar, lo que favorece las lumbalgias.
Aún así, no todo es malo. Siempre que uses una almohada firme, pero que no sea demasiado alta, puedes descansar de forma correcta.
Lo mejor
- Abre las vías respiratorias altas, lo que ayuda a roncar menos.
- Si sufres dolores de hombros o trapecio, esta postura puede ayudarte a descargar tensión de estas zonas si duermes con los brazos hacia arriba.
Lo peor
- Si sufres dolor en la zona baja de la espalda, deberías cambiar de postura, al menos de vez en cuando durante la noche.