
Enfermedades autoinmunes
En las enfermedades autoinmunes el organismo se ataca a sí mismo. Existen muchas y el vitíligo es una de ellas. En este caso, las propias defensas atacan y destruyen los melanocitos, las células encargadas de dar color a la piel y al cabello.
Si bien no es una enfermedad que ponga en riesgo la salud de las personas que la sufren, que son un 1% de la población mundial, sí que se considera que tiene un impacto en la salud mental, ya que el cambio de aspecto puede provocar estrés, sobre todo por la reacción del entorno social de los pacientes.
Tratamiento: fármacos y exposición a los rayos UVA
Hasta el momento existen varios medicamentos para tratar el vitíligo y la decoloración de la piel que provoca. La mayoría de los tratamientos son una combinación de fármacos y la exposición a los rayos UVA controlada para conseguir que las células pigmentarias que quedan en la piel recuperen el tono que han perdido. En algunos casos más extremos, y solamente de forma temporal, se utilizan también corticoides con el fin de controlar la respuesta inmune y reducir así la despigmentación.
El ruxolinitib
Los estudios con el ruxolinitib se han llevado a cabo por un equipo internacional liderado por David Rosmarin, de la Escuela Médica Tufts de Boston, y demuestran que los mejores resultados del fármaco se obtienen en la cara. Esto se debe a que esta es la zona donde es más fácil hacer retroceder el vitíligo, comparado con otras zonas del cuerpo como brazos y piernas.
Además, se han realizado dos en[1]sayos clínicos que ponen a prueba una crema hecha con ruxolinitib. En ambos casos, se conseguía una repigmentación de la piel del 75%, en aproximadamente el 30% de los casos. Los resultados de estos ensayos han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine.
A precio de oro
Lluís Puig, director del servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, ha destacado en una entrevista con Science Media Center que “el precio de venta de la crema en Estados Unidos es de 50 dólares el gramo, como el oro, aproximadamente” y que “con medio gramo se puede tratar un área equivalente a la superficie de dos manos”.
Según sus cálculos, “un paciente con vitíligo en la cara debería aplicarse 0,5 gramos, dos veces al día durante 6 meses, lo que equivale a 180 gramos”, lo cual supone un coste de 9.000 euros.
Maite Truchuelo, dermatóloga y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), por su parte, señala que el ruxolinitib puede ser “una herramienta útil, pero habría que definir mejor su eficacia real en la práctica clínica habitual o la eficiencia donde se tiene en cuenta el coste”.
Según Truchuelo, este fármaco podría ser una alternativa para aquellos pacientes que han probado otros medicamentos sin éxito. También habría que comprobar su eficacia en combinación con otros tratamientos más comunes como la fototerapia, los antioxidantes y otros inmunomoduladores.
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